viernes, 3 de febrero de 2017

“FENÓMENO EL NIÑO JUSTICIERO”

Viene la lluvia a Piura, el campo feliz de alegría, los prados, los bosque el desierto, la fauna muy  alegre se despierta, el campesino tiene esperanza, los limoneros secándose, al llegar los vientos  que alegría con las lluvias, que fulgor, la vida llegó al campo, hasta los grillos y latigazos, el shurumbo festeja, que hermosos insectos.
Viene la Lluvia a las ciudades del Perú y se ve la fragilidad del sistema, lo primero que se evidencia es la mega corrupción y comienzan a caer los grandes árboles, digo los políticos gobernantes, sus amigos, partidarios y abogados; sacaron cuerpo, la lluvia es la lluvia, ha traído tristeza a las ciudades del Perú, tan frágiles y corruptas por políticos malvados, con adendas incluidas; mientras que el campo reboza de alegría, claro en los campos la mayoría es humilde y trabajador.
En Piura tan solo ha llovido menos de 100 mm hasta el día de hoy, pero la mega fragilidad ha mostrado, la mega mala fe de todas las construcciones, edificios, carreteras y canales, que viva la lluvia, ¿quién puede vivir sin agua?.  Apenas llueve hierven las alcantarillas en la ciudad con sus aportes fecales y los algarrobos se caen ¿somos una aldea?, cero previsiones, que fragilidad, que pena, siguen gobernando las autoridades.
¿Cuál es la Solución?  Hay que cambiar  la Constitución y  las leyes; con leyes más durás, las más duras que se aplican en el planeta, que se apliquen aquí en Perú para el que delinque, es la única forma de extirpar el mal; otro punto hay que mejorar la  educación hacerla más aplicada, práctica, estricta, a partir de este año, el Perú mejorará notablemente. Basta ya  es la hora podemos cambiar.
Te digo seguirá lloviendo, es lo correcto para períodos normales, 30, 50, 100 años hidrológicos, y no olvides, aquí se hace, aquí se paga, todo se sabe, gracias a la lluvia y al niño que trae justicia. Por ello a partir de ahora ya no le llamaremos “FENÓMENO EL NIÑÓ” más bien le llamaremos “FENÓMENO EL NIÑO JUSTICIERO 2017”.


AUTOR: MANUEL SAAVEDRA NÚÑEZ

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