NO
ES DE HUMANOS CALLAR
Hemos transcurrido la Semana
Santa, y nos ha permitido realizar muchas reflexiones, me confieso católico,
geógrafo e investigador, observador de
la realidad que enseñé y enseño en aulas universitarias, desde hace tiempo y es
por esto que me dirijo a ustedes amigos
piuranos para compartir mi pensamiento y mis sentimientos.
En primer lugar debo
manifestar que Piura es una de las pocas regiones del Perú que tiene variadas
zonas de vida, que comprenden parte de las grandes regiones: Costa; Sierra y
una significativa zona de Selva en las fronteras de Huancabamba y Ayabaca, con
un mar prodigioso, verdad a medias muy poco reconocida, ingentes recursos
naturales y por decirlo menos contradictorio una inmensa pobreza, esto último
mirado con optimismo por lo que somos capaces de hacer.
Para ser coherentes vamos a
dar una mirada de sentimiento urbano con la ciudad capital de Piura, ciudad que
por cierto, no tiene ningún rumbo, dado que la clase política, de las últimas
décadas, la ha sumergido en un caos sin nombre, propio de políticos de esta
época, calles deterioradas, centro histórico muy venido a menos, irreconocible,
devastado, donde funcionan cocheras
públicas del parque automotor, aquí campea la delincuencia y las autoridades
cómplices, alcantarillado colapsado,
mercado central que es un verdadero muladar. ¿Por qué hasta la fecha no se han
hecho calles peatonales para promover el comercio, el turismo en el Centro
Histórico? Y en el mercado, ¿Qué esperamos? Lugares aledaños a ciertos grandes
Centros Comerciales a los cuales sus avenidas, no han sido recuperadas, como
mandan las leyes de la Construcción, caso avenida “Vice”, realmente no hay
autoridades, o desconocen los derechos.
Y Continua la lista de ineficiencias:
urbanizaciones con grandes edificaciones, sin ninguna planificación urbana, quien
da las licencias de construcción, de todas maneras, tendrán problemas en el
alcantarillado, por la sobrecarga, y nadie dice nada, otras urbanizaciones que aparecen junto al
relleno sanitario, donde las enfermedades virales de todo tipo, estarán presentes por tiempo indefinido, todo
porque
no hay un plan urbano para los
próximos cincuenta años, para convertir a Piura en una de las hermosas ciudades
del Perú, con grandes atracciones financieras al desierto, un rico y sólido
desierto ¡no sabemos lo que tenemos!.
Por otro lado aparece la
creación de un nuevo distrito “26 de octubre”, puede ser una solución, pero
allí tenemos Castilla, con una gran comunidad y con problemas gravísimos, con
tierras comunales y con dirigencias paralelas, atraso y pobreza. Aquí puede ser
diferente pero depende del pueblo. El nuevo distrito enfrentará a los
pobladores, los alertamos para que ello no ocurra, al contrario unan esfuerzos
para salir adelante en una zona de pobreza mediana y extrema. Hay que aplicar
la inteligencia y dejar a los políticos fuera de sus límites.
Volviendo al Plan
que debemos ejecutar debe ser participativo, donde se integre la más alta
inteligencia demostrada de las mejores universidades del Perú, Colegios
Profesionales, Instituciones con integridad moral, intelectual, de lo contrario
traer gente especialista para llevar a cabo la gran transformación, como se
hiciera en las grandes ciudades, donde los profesionales de todo tipo opinen la
ciudad que quieren tener, Ingenieros civiles, historiadores, arquitectos,
economistas administradores, geógrafos, filósofos, matemáticos, físicos,
educadores, Ingenieros viales, electricistas, sanitarios, Ingenieros de medio
ambiente, profesionales probos.
Siguiendo con el hilo
conductor en nuestro análisis tenemos la necesidad de un nuevo puente y vías
alternativas a una ciudad en crecimiento, es de vital importancia, dejar de
parchar calles y arreglar el alcantarillado regularmente lo que nos convierte
en una ciudad insalubre (pedimos llamar la atención a las entidades
responsables, que son incapaces de superar en los últimos 40 año), todo esto pasa por callar. Basta ya. Nuestros
puentes se nos caen con muchas vidas humanas, por callar, sabemos de la medida
del fenómeno y no actuamos, no opinamos, por ejemplo continuamos en zona de
veranos lluviosos haciendo techos planos, y no somos capaces de decir que
cambien sus diseños, a los que enseñan
en las universidades, y el drenaje pluvial ni siquiera se ha planificado,
congestionando los desagües. ¿Qué? han
olvidado, sus preceptos, que los edificios son bellos, hermosos: “belitas”.
Ahora mismo se ha
presupuestado la pavimentación de la carretera Canchaque – Huancabamba, sobre
una trocha carrozable de 65.6 kilómetros de longitud, en una vía de muy fuerte
pendiente, en algunos lugares entre 7 y 10%, poco apta para carretera, trazo
que se hiciera hace 87 años ya que los trabajos se iniciaran en 1926, cuando no
existió tecnología adecuada. Ahora que hay la tecnología para hacer un nuevo
trazo, no se hace, ¿Por qué? Para quienes no conocen esta vía, debo informarles
que tiene zonas vulnerables de alto riesgo geológico por la geodinámica
externa, la erosión el intemperismo, intensa fracturación de roca y corredores
de fragmentos rocosos de alta peligrosidad, sobre todo en el lugar denominado
“la Sullanera” a 2115 metros de altitud, donde hay toneladas de roca fracturada
por caer, en una longitud aproximada de un kilómetro, A todo esto que dice Defensa Civil – Piura
(INDECI), no dice nada, no opina. En esta vía les recuerdo que han ocurrido
muchos accidentes y muchas
muertes, sin ninguna compensación económica, a los deudos, y todo por callar.
Responsabilizo de todo lo
que pueda suceder en esta obra a las actuales autoridades, y a las anteriores que han tomado la iniciativa de pavimentar
sobre una trocha inadecuada en agravio del estado peruano, y también a la
compañía ganadora de la licitación “Consorcio Viales del Norte”, que conociendo
la problemática, no piensa en asesorar en la construcción de una buena obra de
doble vía, en una zona adecuada de menor pendiente, al contrario, no se ha pronunciado con buena fe, en bien del
pueblo piurano, y Huancabambino.
Respecto a esta vía, hace
muchos años se han dado soluciones, y se pueden dar otras pero no hay el
espíritu de hacer las cosas bien, por el contrario los criterios aldeanos, comodines, y los intereses subalternos, perjudican un
desarrollo efectivo para una provincia olvidada, que tiene mucho que aportar, y
aportó al desarrollo económico de nuestra región. Como nadie dice nada todo
está bien, dejar hacer, dejar pasar.
Para terminar amigos, les recuerdo, no es humano callar.
Manuel Saavedra N.
Ing. Geógrafo.
Profesor de Escuela de
Historia y Geografía
Universidad Nacional de
Piura.